Intérpretes: Sam Rockwell (Sam Bell), Kevin Spacey (Gerty), Dominique McElligott (Tess Bell), Kaya Scodelario (Eve Bell) y Robin Chalk (clon de Sam).
Guión: Nathan Parker.
Fotografía: Gary Shaw.
Música: Clint Mansell.
Montaje: Nicolas Gaster.
Año de producción: 2009.
No estamos programados, Gerty. Somos personas.
—Sam Bell a Gerty, su única compañía dotada de inteligencia artificial
Viaje a la Luna
El 21 de julio de 1969 la frase “es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad” cambió la historia de la raza humana. Ese mismo día se produjo la llegada del primer hombre a nuestro satélite por el estadounidense Neil Armstrong, comandante de la nave Apolo 11 junto a sus dos compañeros de viaje, Michael Collins y Edwin E. Aldrin, haciendo de dicho viaje un hito que será recordado para siempre en las mentes de pasadas, presentes y futuras generaciones. Este éxito, visto por más de 600 millones de personas, sin embargo, ha sido para muchos una farsa, existiendo una especie de teoría de la conspiración que asegura que todo fue grabado y montado en un estudio de televisión para glorificar el país americano.
Sea esto verdad o no, lo que sí es cierto es lo mucho que este acontecimiento ha influido en la sociedad, y más concretamente en el mundo de las artes y las ciencias. Este hito inspiró a las mentes de muchos galardonados y reconocidos directores de cine tales como Stanley Kubrick que, justo un año antes del viaje que iba a cambiar a la humanidad, aprovechando las misiones espaciales de la NASA, aprovechó para sorprender a un espectador poco habituado a la ciencia ficción con 2001: Una odisea en el espacio, la odisea especial más recordada en la historia del cine. Poco después, tras la llegada al hombre a la Luna y el éxito de este tipo de aventuras extraorbitales, Douglas Trumbull llevó a la gran pantalla en 1972 Naves misteriosas, una película cargada de efectos especiales en la que relataba a un planeta Tierra demandante de una fuente de energía asentada en Saturno. Tras esta, muchas otras películas siguieron la estela dejada por Armstrong y su viaje al único satélite natural de nuestro planeta, destacando, sin lugar a dudas Blade Runner (1982) de Ridley Scott, uno de los máximos exponentes de la ciencia ficción y del séptimo arte en general.
Estas películas que se han citado tienen mucho en común con Moon, el filme británico con el que debutó y llevó a la fama al director Duncan Jones en 2009. Jones, hijo de David Bowie, empezó en el mundo del audiovisual allá por 2003 realizando un desapercibido corto y haciendo de cámara para la carrera de su padre, pero no fue hasta unos años después con su primera película, Moon, su éxito en el celuloide, siguiéndole poco después su película más conocida y actual hasta la fecha, Código Fuente (2011). Protagonizada prácticamente por Sam Rockwell junto a Kevin Spacey y Dominique McElligott, Moon se hizo con nueve premios, destacando entre ellos un BAFTA al mejor director británico novel y cuatro premios del Festival de Cine de Sitges, siendo sin lugar a dudas la gran triunfadora del festival de ese año.
El éxito de Moon no fue gratuito sino que, además de la labor de dirección de Duncan Jones sin apenas tener experiencia previamente, fue gracias a Sam Rockwell que la película destacara ante cualquier otra. Sam Rockwell es conocido en el mundo de la gran pantalla por su papel en diferentes películas, destacando entre ellas Inocencia rebelde (1997) y Confesiones de una mente peligrosa (2002), película en la que ganó un Oso de plata como mejor actor en el Festival de Cine de Berlín. Tras su actuación en Moon Rockwell ha tenido papeles importantes en otras películas como Todos están bien (2009), compartiendo reparto con Robert De Niro y Drew Barrymore, e Iron Man 2 (2010) junto a Robert Downey Jr., Gwyneth Kate Paltrow y Scarlett Johansson, papeles en los que el actor, a pesar de no sobresalir como los protagonistas de algunos de estos filmes, no ha defraudado al público en lo más mínimo. Rockwell es la única figura que destaca respecto al reparto en Moon, ya que es el único que participa activamente y el que soporta el peso de toda la película.
Más allá del reparto, sobresale Clint Mansell otorgando una magnífica banda sonora al filme de Jones. Mansel es un compositor muy conocido en el mundo del cine participando en numerosas películas dándoles su toque musical especial, destacando entre sus obras más famosas Lux Æterna, tema musical de Réquiem por un sueño (2000) que se volvió desde el estreno de dicha película extremadamente popular en la sociedad. Sin duda, una banda sonora que hace que el espectador se sienta un astronauta más a miles de kilómetros de su hogar.